Sección de regulación, control y supervisión en materia económica y financiera

Existe desde la creación de la Secretaría de Economía en 2014. Representa una de las dos áreas funcionales y tiene la tarea de emitir directrices en materia económica y financiera para la Santa Sede y verificar que las actividades se llevan a cabo de conformidad con los planes y programas operativos aprobados.

Ejerce las funciones de control y supervisión en materia económica y financiera sobre las instituciones curiales, las oficinas e instituciones relacionadas con la Santa Sede o que se refieren a ella, indicadas en la lista anexa al Estatuto del Consejo de Economía, así como como sobre el Óbolo de Pedro y sobre los demás Fondos Papales.

Desempeña sus funciones en diálogo continuo con los Entes de la Curia, a través de entrevistas, reuniones, controles sobre el terreno sobre cuestiones específicas, intercambio de datos y retroalimentación continua.

Está estructurada en tres departamentos diferentes:

• Departamento de Planificación e Información Financiera
• Departamento de Control Interno
• Oficina del Óbolo de San Pedro.

Le corresponde la redacción de los Estados Financieros Consolidados de la Santa Sede, tanto presupuestados como definitivos, que serán sometidos a la aprobación del Consejo de Economía;

Proporciona directrices a la Santa Sede en materia económico-financiera mediante la emisión de instrucciones, que contienen modelos y plazos para la presentación de informes que deben realizar los Entes consolidados y no consolidados, para el presupuesto anual y su seguimiento periódico y para el balance final, verificando que las actividades se realicen en cumplimiento de los planes operativos y de los programas aprobados;

Ejerce, tanto preventiva como posteriormente, el control sobre el adecuado funcionamiento administrativo y contable de los Entes, y proporciona instrucciones para el mantenimiento de los registros contables en relación con los gastos e ingresos, así como para garantizar un estado financiero consolidado exacto, verificando finalmente su uniformidad y la corrección de los registros contables financieros, económicos y patrimoniales agregados y consolidados.

Elabora análisis económico-financieros específicos y para proyectos, proporcionando datos e informes según las necesidades del gobierno de la Curia.

Analiza y evalúa los actos de administración extraordinaria presentados por las instituciones curiales y por los organismos e instituciones vinculados a la Santa Sede o que dependen de ella, para los cuales se requiere su aprobación ad validitatem, sobre la base de criterios decididos por el Consejo de Economía, gestionando el proceso de consulta mediante la solicitud de opiniones a otros organismos.

Supervisa la actividad administrativa, económica y financiera de las entidades encomendadas a su control y supervisión, elaborando cuestionarios y realizando análisis de los procesos; propone y vela por las posibles acciones correctoras.

Realiza la evaluación anual de riesgos de la situación patrimonial y financiera de la Santa Sede y la presenta al Consejo de Economía.

Desarrolla Políticas de Gestión Financiera (VFMP) y directrices para apoyar la implementación práctica y supervisar su correcta aplicación, brindando indicaciones para una adecuada contabilidad.

Formula y emite directrices, modelos y procedimientos en materia económica y financiera, con especial atención al sistema de control interno.

Brinda apoyo práctico a las instituciones para la implementación y mantenimiento de la contabilidad general.

La Oficina del Óbolo de San Pedro recoge las donaciones que el Papa recibe de diócesis, fundaciones, órdenes religiosas, fieles y personas de todo el mundo para:

• apoyar su misión apostólica (desde el anuncio del Evangelio hasta la promoción del desarrollo humano integral, la educación, la paz, la fraternidad entre los pueblos que se produce gracias a las numerosas actividades de servicio realizadas por los dicasterios, organismos y organizaciones de la Santa Sede que le asisten cada día, junto con los Nuncios Apostólicos, sus representantes en el mundo);

• apoyar numerosas iniciativas de caridad y solidaridad en favor de los más necesitados (individuos, familias y poblaciones enteras), de quienes el Papa siempre se ocupa.

La Oficina del Óbolo de San Pedro, a través de sus múltiples funciones y capacidades técnicas, garantiza la transparencia, control y trazabilidad de las donaciones, asegurando que los ingresos se asignen según los fines indicados.

La Oficina del Óbolo de San Pedro se encarga de dar las gracias a todos los donantes en nombre del Santo Padre. Las cartas están escritas en nueve idiomas.

Cada año, organiza la campaña de sensibilización sobre el Óbolo, en Italia y en el resto del mundo, en colaboración con las Conferencias Episcopales y con periódicos y semanarios de inspiración católica, para invitar a que, en el domingo más cercano al 29 de junio, solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, cada fiel rece de manera especial por el Papa y ofrezca su propia contribución.

En pocas palabras, ayuda al Papa y ayuda al Papa a ayudar.

www.obolodisanpietro.va