La Secretaría de Economía ha estado tradicionalmente dividida en dos áreas funcionales: una para la regulación, control y supervisión de las cuestiones económicas y financieras; y otra para la regulación, control y supervisión de las cuestiones administrativas.
La nueva Constitución Apostólica estableció, dentro de la misma Secretaría de Economía, la Dirección de Recursos Humanos de la Santa Sede, que se ocupa, en diálogo y cooperación con los Entes interesados, de todo lo relativo a la gestión del personal, la autorización de las contrataciones, la verificación de los requisitos de los empleados y la aprobación de los organigramas de los Entes.