La Dirección de Recursos Humanos de la Santa Sede se ocupa de todas las tareas relacionadas con el ciclo de vida de los empleados, desde el momento de la selección hasta la jubilación. La Dirección fue establecida por el Santo Padre en la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, dentro de la reforma más amplia de la Curia Vaticana, que también tiene entre sus objetivos el de armonizar mejor el ejercicio del actual servicio de la Curia con el camino de evangelización que la Iglesia, especialmente en este tiempo, está experimentando (n.I,3)
En concreto, el Santo Padre destaca la importancia de prestar cuidadosa atención a la selección y formación del personal, así como a la organización del trabajo y al crecimiento personal y profesional de cada uno (n.II,7) y espera que quienes sirven en la Curia sean elegidos entre obispos, sacerdotes, diáconos, miembros de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica y laicos que se distingan por la vida espiritual, la buena experiencia pastoral, la sobriedad de vida y el amor a los pobres, espíritu de comunión y de servicio, competencia en los asuntos que se les confían, capacidad de discernir los signos de los tiempos. (n.II,7).
La Dirección de Recursos Humanos (DRU) vela porque las personas que trabajan en la Santa Sede se identifiquen con la misión de la Iglesia, porque tengan los perfiles adecuados para contribuir a ella y que lo hagan en las mejores condiciones posibles. Esto se refleja en las siguientes funciones:
• Selección y desarrollo de personas: la DRU asegura la selección de perfiles idóneos con criterios de profesionalidad e identificación con los valores del Evangelio. Cuida su formación y facilita su crecimiento profesional.
• Compensación: Es responsabilidad de la DRU asegurar un sistema de compensación justo y equitativo que compense adecuadamente las responsabilidades ejercidas por cada persona.
• Organización, eficiencia y control económico: la DRU vela por que estos tres criterios se apliquen en su política de recursos humanos, con el fin de dotar a la Santa Sede de personal organizado y eficiente, cuyo coste sea razonable y sostenible.
• Clima laboral y responsabilidad social: la DRU busca contribuir a un buen ambiente laboral y a lograr que el espíritu de servicio a la Iglesia y sus valores esté presente en el trabajo diario.
• Administración y cumplimiento normativo: todo ello deberá realizarse de acuerdo con el marco legal establecido, prestando servicios de contratación y administración de personal a los distintos Entes de la Santa Sede.
Las prioridades marcadas al inicio de la andadura de esta nueva Dirección son las siguientes:
• procurar el crecimiento y desarrollo profesional
• mejorar el clima laboral y el bienestar del personal,
• lograr una mayor eficiencia en cuanto a procedimientos de trabajo y costes laborales.
I. CRECIMIENTO Y DESARROLLO PROFESIONAL
La Santa Sede ha iniciado un profundo proceso de reforma de sus instituciones y de su modo de funcionamiento. En este contexto de cambio surge la necesidad y urgencia de nuevas habilidades y nuevos perfiles profesionales. El Departamento de Recursos Humanos es responsable de asegurar el nivel adecuado de las personas a través de la búsqueda y gestión del talento y de velar por su crecimiento profesional. Por este motivo desarrolla y define políticas dirigidas a:
• adquirir las habilidades profesionales necesarias y atraer talento
• garantizar la flexibilidad y la movilidad entre Entes y departamentos
• fomentar el crecimiento del personal a través de cursos de formación y desarrollo.
• mejorar las habilidades existentes
• establecer iniciativas para orientar al nuevo personal
II. CLIMA LABORAL Y BIENESTAR DEL PERSONAL
Una de las prioridades de la nueva Dirección de Recursos Humanos, en lo que se refiere a las relaciones entre las personas y entre la persona y el trabajo en la Santa Sede, es proponer iniciativas encaminadas a promover el sentido de pertenencia a sus valores distintivos y a su particular misión. También contribuye a desarrollar habilidades relacionales, de comunicación y de trabajo en equipo, tanto de forma vertical como horizontal.
Asimismo, analizará las condiciones laborales existentes, buscando un equilibrio entre las expectativas de las personas y la sostenibilidad económica, siempre con criterios de equidad y justicia.
III. EFICIENCIA DE FLUJOS, PROCEDIMIENTOS Y COSTOS DE TRABAJO
Para adaptar la organización a las nuevas necesidades, el Departamento de Recursos Humanos tiene la tarea de agilizar y hacer más eficientes los procesos para favorecer mejor el funcionamiento y crecimiento de la organización y optimizar el trabajo, los recursos y los costes.
En este sentido, se revisan periódicamente los procesos operativos relacionados con el personal, en una lógica de mayor eficiencia y flexibilidad.